lunes, 3 de septiembre de 2012

No sin ti. Capítulo 13


¡Último capítulo! Espero que os haya gustado y esas cosas. Siento lo caca de vaca que es el final... Os dejo que me tiréis tomates o algo que duela más.

Gracias por leer, disfrutar y comentar. Sois geniales. 

Seguiré subiendo en el otro blog: http://billysworld.metroblog.com/

¡Sed felices!


Después de muchas horas de vuelo, por fin llegamos. Danny me ayudó con mis cosas ya que yo iba medio grogui. Yo me agarré a él y dejé que me guiara hasta la salida. Pero cuando vi su tímida sonrisa me despejé del todo. Primero miré a Danny, él asintió sin decirme nada y yo me solté de él para salir corriendo hacia Harry.

Pero cuando lo tuve a escasos centímetros, él puso una mano que me impidió acercarme más. Podía ver en su mirada tristeza y dudas. Miró a Danny y luego a mí, así un par de veces. No sabía muy bien a qué venía eso, pero esperé su siguiente movimiento. Yo no sabía qué hacer. Tenía delante a Harry y lo que más quería en ese momento era abrazarle, pero sabía que él estaba enfadado conmigo y seguramente querría hablar primero. Así que esperé a que dijera algo.

  •           ¿Habías huido de mí? – cuando por fin habló, apartó su mano y se acercó a mí. Pero aún lo notaba muy lejos, podía casi rozar su cuerpo, pero para mí eso no era suficiente en aquel momento.
  •           Lo siento – fue lo único que pude decir. Agaché la cabeza y una lágrima traicionera cayó por mi mejilla. En ese momento, Harry hizo algo que no esperaba, terminó de acercarse y me levantó la cara con suma delicadeza.
  •           Pienso esperarte hasta que estés preparada – dibujó una preciosa sonrisa en sus labios y por fin me abrazó.

Estuvimos como dos horas abrazados. Llevaba días sin poder disfrutar de su calidez y ahora no quería separarme de él. Pero tanto Danny como yo necesitábamos descansar. Pusimos las cosas en el maletero y dejamos que Harry nos llevara a casa.

Una vez en la cama, con el pijama puesto y a punto de cerrar los ojos, Harry habló.

  •           He hablado con Danny – dijo tumbado mirando el techo.
  •           ¿De qué? – temía la respuesta, pero era bastante obvio de qué se trataba.
  •           Zoe, solo respóndeme a una pregunta. ¿Tú me quieres? – se puso de medio lado y me miró impaciente.
  •           Siempre te he querido, Harry – pareció gustarle la respuesta, aunque no estaba del todo convencido, por lo que se lo conté todo. – Sé que he sido una egoísta por lo que he hecho y por habértelo ocultado. Me merezco que me trates como basura y que me dejes si es eso lo que quieres. En mi vida me he sentido más miserable.
  •           Zoe, tranquila. Lo supe casi desde el principio. Piensas que no nos damos cuenta de tus cambios de humor. Siempre noto cuando me ocultas algo. Por eso hablé con Tom y Doug. Me dijeron que no sabían nada y que no te veían capaz de algo así. Pero solo hacía falta ver a Danny cómo te miraba cada vez que quedábamos – mientras él me lo soltaba todo yo era incapaz de mirarle, me sentía despreciable. – Cuando te fuiste, decidí hablar con Danny y me lo contó todo. Me dijo que estaba enamorado de ti. Y aunque he de confesar que pensé en terminar con lo nuestro y en matar a Danny, Tom me hizo ver que si tú estabas también enamorada de él, yo no podía hacer nada. Entonces Danny me dijo que tú nos querías a los dos, y que por eso habías huido.
  •           Harry, lo siento. No quería enamorarme de él, lo juro. Lo intenté de todas las maneras posibles, pero… - y en ese momento arranqué a llorar.

No merecía tener a la persona más maravillosa del mundo a mi lado. Me había acostado con uno de sus mejores amigos y él me había perdonado. Me atrajo hacia él y dejó que me apoyara en su pecho. Poco a poco me fui quedando dormida. Pero justo antes de caer inconsciente, pude oír cómo Harry me susurraba en el oído:
  •           Te quiero, y eso es lo que importa.

sábado, 1 de septiembre de 2012

No sin ti. Capítulo 12


Penúltimo capítulo... Y los dos son muy cortitos y no muy buenos, así que espero que os gusten a pesar de eso.

Gracias por leer y comentar. ¡Sed felices!


El sonido de un móvil me despertó. Abrí los ojos lentamente y vi a Danny cogerlo y contestar.

  •           Sí Harry.
  •           
  •           Estoy con ella.
  •           
  •           Se encuentra bien.
  •           
  •           Esta misma tarde sale el vuelo.
  •           
  •           ¿Hablar con ella? –  en ese momento me miró. – Está en la ducha.
  •           
  •           Vale, te veré en el aeropuerto. Adiós.


Colgó y volvió a dejar el móvil en la mesilla que había al lado de la cama. Después cerró los ojos y suspiró.

  •           ¿Por qué no me lo has pasado? – le pregunté mientras me ponía una bata que había en la habitación.
  •           ¿De verdad querías hablar con él? – abrió los ojos y me miró.
  •           No. Bueno, no sé – me senté en el sofá. - ¿Y qué es eso de que esta tarde nos vamos?
  •           Cuando vine saqué dos billetes de vuelta. No voy a dejar que te quedes aquí sola – intentó sonreírme y volvió a cerrar los ojos.

Entonces lo entendí todo. Su actitud, las palabras que me decía mientras hacíamos el amor, la tristeza en sus ojos cuando me dio las buenas noches. Siempre que habíamos dormido juntos, me despertaba con un beso y no paraba de reír, de tocarme y decirme cosas bonitas. Esta vez había sido diferente y yo sabía por qué.

  •           Danny, esto ha sido un adiós, ¿no? – me levanté y fui hacia la cama.
  •           ¿Tanto se ha notado? – sonrió de medio lado y me hizo un hueco en la cama para que me tumbara junto a él.
  •           Eres demasiado predecible. Entonces… - le miré con miedo y él hizo lo mismo.
  •           Sí, Zoe. Esto es nuestro final – me acarició muy dulcemente la mejilla. –  Ver a Harry estos días ha hecho que comprenda que él es tu media naranja. No sabes lo mal que lo ha pasado. No ha comido, apenas ha dormido. Parecía un zombi. Y todo ha sido por mi culpa.
  •           Danny, ha sido culpa de los dos – me abracé a él.
  •           Y no sabes la envidia que me dais. Yo también quiero encontrar a mi media naranja – me apretó contra él y después de darme un beso en la frente se separó de mí. – Ya que estamos en una ciudad nueva, podríamos hacer un poco de turismo, ¿no?

Nos vestimos tranquilamente, y después de desayunar callejeamos por aquella ciudad. Pero nuestra visita no duró mucho, ya que el avión de vuelta a casa saldría en pocas horas y había que prepararse. Recogí mis cosas y nos fuimos al aeropuerto.

El tiempo que pasamos sentados, esperando a que saliera nuestro avión, lo pasamos en silencio. Ninguno de los sabía qué decir. Cuando vimos en la pantalla que ya era hora de embarcar, cogí inconscientemente la mano de Danny y nos acercamos a la enorme fila que había delante de la puerta de embarque. Una vez sentados en nuestros respectivos asientos, apoyé la cabeza en el hombro de Danny, y antes de caer profundamente dormida, le susurré en el odio:

  •           Seguro que pronto encuentras a tu media naranja – me sonrió feliz y dejó que durmiera durante casi todo el trayecto.